Lenguaje corporal

Alguna vez leí el libro con enfoque científico "Cómo detectar mentiras" de Paul Ekman, en el cual me vi envuelto por sus ejemplos prácticos y lo simple que era detectar la mentira literal sin usar otra cosa, que oídos y ojos, en este Blog te enseñaré algunos trucos que podrán ser de tu agrado, más bien por el morbo de detectar cuando alguien te miente, que por saber lo que realmente dice nuestro cuerpo. 

Los sueños se hacen realidad, los ríos son de oro y fluyen a ontanares y puedes zambullirte, pero cuidado está caliente el oro líquido. Cuando empecé a visualizar mejor el lenguaje corporal, algunos dolores de cabeza inminentes venían, a veces ver todo de manera objetiva los trae, pero también trae sus satisfacciones. Fue una especie de fiebre que me contagió el famoso programa de FOX  Lie To Me, que bien, a muchos más les causó intriga si era verdad, incluso cuando acababas de verlo no confiaba ni en mi tío sacerdote que tal vez ocultaba algún amorío como el Padre amaro ¡Criminal!. 

Pero la realidad era que si bien me tenía intrigado este programa, me puse a investigar y me encontré con el verdadero genio detrás del personaje Cal, interpretado por Tim Roth, se trataba de Paul Ekman que había dedicado su vida a investigar el misterio del lenguaje corporal, y especialmente a la detección de las mentiras, no miento, éste hombre dedicó su vida a ver esto. Esto va más allá de ver a los ojos, lo digo con veracidad, que no es necesario desviar la vista para estar mintiendo, ni estar nervioso ni las mediciones de pulso que se ven en los aparatos moustrosos del FBI. Era algo más intenso. 

Existen pues, 6 expresiones que todos los seres humanos pueden identificar, ya sea en China, en África, en México o en Finlandia son siempre las mismas 

Acá te digo cuáles son los significados y cómo distinguir algunas muy parecidas. 

De derecha a izquierda el primero es miedo, se distingue principalmente por que los labios son halados hacia atrás y las cejas se tornan oblicuas, además de que los párpados inferiores se elevan, el segundo recuadro sorpresa, no es tan irreconocible, se levantan las cejas y se abre la boca. El tercero es felicidad, es la que más se reconoce. Pero a veces también hay que distinguir una honesta de una que no lo es la sonrisa bien se define por la boca de media luna, pero a veces, lo de lo que uno no se da cuenta es de los ojos, los párpados inferiores deben estar hacia arriba y se forman las famosas patas de gallo. El cuarto es Ira, boca se hace chica y las cejas se juntan, hay varios tipos de ira pero ésta es la más común, el quinto es asco, y aquí algo importante, Ira y asco pueden confundirse porque las cejas se juntan cuando pensamos en algo asqueroso como un excremento humano en nuestra comida umh delicioso. Sí, es de destacarse que la ligera diferencia entre ira y asco es la boca abierta en el asco, y la última es tristeza, también reconocida por ser lo contrario de la felicidad, en sí una sonrisa inversa. 

Tras encontrar esta información básica del lenguaje del rostro y del lenguaje corporal me dí cuenta de que la mayoría del lenguaje del humano no es verbal, después había leído que más del 90% no era verbal, y de ahí el dicho, no es lo que dices sino como lo dices, puedes dar un comentario totalmente caótico para la humanidad, pero si les transmites confidencia a través del discurso como Hitler, que no era muy positivo hacia la humanidad sin embargo su lenguaje corporal, sus cambios de voces y su seguridad lo llevaron lejos, muy lejos, tanto que me dan ganas de decir que el lenguaje corporal es tan importante que debemos cuidarlo, en la mente está todo lo que debemos cuidar, lo que pensamos, cada detalle se transmite y no es de sorprenderse que las personas se alejen o quieran estar junto a nosotros en determinados momentos (o en determinados estados de ánimo) está arraigado a nuestro ser e instinto, por eso hay que ser cautelosos con lo que decimos o... simplemente mejorar lo que somos y transmitirlo porque es una madurez, y la madurez es curiosidad es llegar a jugar con la seriedad con la que se jugaba cuando se era niño.